La tristeza
La tristeza es una de las
emociones primarias que emergen en los primeros momentos de nuestra vida, junto
a otras como su contraria, la alegría.
Sentimos tristeza por motivos muy
diversos, desde la pérdida de un ser querido hasta cuando nuestra expectativas
laborales no se ven recompensadas. Así mismo tenemos muchas maneras de
afrontarla, lo que sí es común en todas las culturas es su expresión facial.
Cuando la tristeza nos invaden
suele ir acompañada de distintos sentimientos de desesperanza, abatimiento, desamparo,
incluso a veces cuando la tristeza es muy duradera en el tiempo se puede
convertir en patológica, en cuyo caso debemos acudir a un especialista.
No olvidéis
que tristeza no significa depresión, todos nos sentimos tristes en un momento
concreto de nuestra vida, y son muchos los factores que pueden incurrir en
ello, desde factores psicológicos, eventuales e incluso el tiempo meteorológico,
como es la primavera. Si no seguro que recordamos un día gris y lluvioso como
un día triste y nosotros mismos nos sentimos así, pero eso no significa que
tengamos que estar triste mucho tiempo o que tengamos depresión.
Todas las emociones son
positivas, aunque con algunas como esta, la consideremos negativa. Pensad que si no sintiéramos tristeza no sabríamos
que es la alegría.
Es importante que reconozcamos
nuestras emociones, no es malo sentirse triste.
Como he dicho, no existe emociones negativas. Mi recomendación es que
cuando nos sintamos triste busquemos a esa persona que siempre nos escucha. Cuando reconocemos, admitimos y reflexionamos
sobre nuestros sentimientos nos sentimos mejor. También podéis dibujar,
escuchar música, etc.
Nosotros tenemos la opción de
cambiar este sentimiento, y no dejarnos mecer en sus olas.
Para terminar os dejo un poema,
que en mi opinión refleja muy bien lo que son las emociones y como debemos
tratarlas.
Esto
de ser un ser humano
Es como
administrar una casa de huéspedes.
Cada
día una nueva visita, una alegría, una tristeza,
Una
decepción, una maldad,
Alguna
felicidad momentánea
Que
llega como un visitante inesperado.
Dales
la bienvenida y acógelos a todos ellos,
Incluso
si son un grupo penoso
Que
desvalija completamente tu casa.
Trata
a cada huésped honorablemente, pues
Podría
estar haciendo espacio para una nueva delicia.
El
pensamiento oscuro, lo vergonzante, lo malvado,
Recíbelos
en tu puerta sonriendo e invítalos a entrar.
Agradece
a todos los que vengan,
pues
se puede decir de ellos que han sido enviados
Como
guías del más allá.
Rumi
Poeta
persa del siglo XIII
Influencias Tóxicas
No siempre las relaciones sociales exigen que las personas estén en el mismo sitio físico para ejercer su influencia; sino que a veces, la presencia imaginada de esas personas o normas es suficiente para influir en nuestra conducta. Por ejemplo, todos seguimos ciertas reglas sociales en nuestra convivencia diaria.
Desde pequeños estamos influenciados por nuestros educadores, padres, hermanos, compañeros de clase, etc. Y es en esta edad donde forjamos nuestra estima. Por eso es tan importante que se resalte nuestros valores positivos animando a nuestros hijos aprender cosas nuevas, apoyándolos y reforzando sus capacidades.
La famosa frase "Somos lo que pensamos", de Buda Gautama, es muy cierta, porque si desde pequeños nos dicen que no valemos para nada, lo feo que somos, que fracasaremos en cualquier cosa que emprendamos, y miles de etiquetas que nos colocan gratuitamente; al final estas las interiorizamos, y creemos que no somos capaces de.....
Pues yo digo que no es verdad, porque cada uno de nosotros es lo suficientemente válido para emprender y continuar cualquier proyecto que nos propongamos, tan solo existe un primicia a cumplir:
CREER EN NOSOTROS MISMOS
Si este es el único ingrediente imprescindible para alcanzar nuestras metas. La autoestima, ese aliado que tenemos cada uno de nosotros, y que no debemos de olvidar de alimentar cada día, porque nunca es tarde para aprender a querernos y reprogramar nuestra mente con pensamientos positivos.
Por otro lado las emociones "negativas", hacen reaccionar a nuestro cuerpo, perdiendo el control sobre el mismo, y en muchos casos se vuelven toxicas y caemos enfermos.
Tampoco nos sirve de mucho darle vueltas y vueltas a preocupaciones sin darle solución, lo único que conseguimos es un desgaste continuo. Si un problema tiene solución la encontraremos y si no la mejor opción es que todo fluya, dejarlo pasar.
"No hay mal que dure 100 años, ni hombre que lo resista"
Gracias por vuestra visita,
Yoalest
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