Según la Real Academia Española la podríamos definir como la tristeza o pesar del bien ajeno y la emulación, deseo de algo que no se posee.

Este sentimiento es el culpable del sufrimiento de muchas personas, tanto de las personas envidiosas como de sus propias victimas.

Sea cual sea el caso, la envidia es un sentimiento de frustacción insoportable, ante un bien de otra persona a la que se desea dañar inconscientemente.

La persona envidiosa es una insatisfecha, ya sea por su inmadurez, frustacción, etc..., y a menudo no es consciente de ello.
Siente rencor consciente o inconsciente hacia otras personas que poseen algo que ella también desea, como puede ser, poder, dinero, felicidad, amor, compañía, sexo...

El envidioso no acepta sus carencias o simplemente no lucha por conseguir sus anhelos, sino que emplea su tiempo en odiar y desea destruir a aquellas personas que poseen lo que el desearía.
Es el arma del impotente, de personas débiles, acomplejadas o fracasadas.

A nivel individual la envidia forma parte de muchos trastornos psicológicos y de personalidad ( ansiedad, agresividad, falta de autoestima, etc...) En relaciones personales y de pareja está involucrada en muchos conflictos y rupturas.
A nivel social la podemos ver en muchos campos, como por ejemplo la envidia del poder y el status económico,la belleza del prójimo, el coche, la situación laboral del conocido......

Debemos de concienciarnos de nuestras propias carencias y trabajar en nuestro propio crecimiento personal.



Bibliografía: José Luis Cano Gil - Psicoterapeuta y Escritor.
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